La fibra es un componente esencial en una dieta saludable, conocida por su capacidad para mejorar la salud digestiva, regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento (Slavin, 2013). Existen dos tipos principales de fibra: la soluble, que ayuda a reducir los niveles de colesterol y controlar el azúcar en la sangre, y la insoluble, que favorece la regularidad intestinal y la prevención de enfermedades digestivas como el síndrome del intestino irritable (Anderson et otros, 2009). Además, el consumo adecuado de fibra se asocia con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, como el de colon (Dahl & Stewart, 2015).
Bibliografía:- Slavin, JL (2013). Fibra y prebióticos: mecanismos y beneficios para la salud. *Nutrients*, 5(4), 1417-1435.- Anderson, JW, Baird, P., Davis, RH, et al. (2009). Beneficios para la salud de la fibra dietética. *Nutrition Reviews*, 67(4), 188-205.- Dahl, WJ, y Stewart, ML (2015). Posición de la Academia de Nutrición y Dietética: Implicaciones para la salud de la fibra dietética. *Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics*, 115(11), 1861-1870.